Bucatini con fiori di zucca, guanciale e zafferano – Receta tradicional italiana
El Bucatini con fiori di zucca es un plato tradicional italiano que combina el sabor suave y floral de las flores de calabacín con la riqueza del guanciale y la delicadeza del azafrán. Esta receta sencilla pero sabrosa permite descubrir ingredientes típicos de la cocina italiana, como los bucatini, un guanciale sabroso y un toque de azafrán que aporta una profundidad única al plato. Para una experiencia culinaria completa, aquí está la receta detallada, junto con una sugerencia de bebida para acompañar este plato.
Origen de la receta
El bucatini es una variedad de pasta larga, gruesa y hueca, típica de la cocina romana. Asociado con ingredientes como las flores de calabacín y el guanciale (un tipo de embutido italiano hecho con la mejilla de cerdo), esta receta refleja la simplicidad y la elegancia de la cocina italiana. El azafrán, que también está presente en la receta, es una especia utilizada en varias regiones de Italia, especialmente en Sicilia y Cerdeña.
Ingredientes:
- 400 g de bucatini
- 8 a 10 flores de calabacín (zucchini)
- 200 g de guanciale
- 1/2 cucharadita de azafrán
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 dientes de ajo, finamente laminados
- Pimienta roja triturada (al gusto)
- Sal y pimienta negra, al gusto
- Queso parmesano rallado, para decorar (opcional)
Instrucciones:
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Preparación de las flores de calabacín:
- Lava delicadamente las flores de calabacín y quita los pistilos del interior.
- Si las flores tienen tallos largos, puedes cortarlos para dejar solo la parte floral.
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Cocción de la pasta:
- Cocina los bucatini en una gran olla con agua salada, siguiendo las instrucciones del paquete, hasta que estén al dente.
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Preparación del guanciale:
- Retira la piel del guanciale y córtalo en rodajas, luego en tiras.
- En una sartén, calienta el guanciale sin añadir grasa y fríelo hasta que esté crujiente y dorado.
- Una vez cocido, retira las tiras de guanciale con una espumadera y resérvalas. Guarda el jugo de cocción en la sartén.
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Cocción de las flores de calabacín:
- En la misma sartén, agrega las rodajas de ajo y fríelas hasta que estén ligeramente doradas.
- Añade las flores de calabacín y saltéalas durante unos minutos, hasta que estén tiernas.
- Sazona con sal, pimienta negra y pimienta roja triturada, al gusto.
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Montaje del plato:
- Una vez cocidos los bucatini, escúrrelos, reservando un poco del agua de cocción.
- Agrega la pasta a la sartén con las flores de calabacín y mezcla suavemente para que las pastas se impregnen bien del aceite de oliva y los sabores de la sartén.
- Añade el azafrán, infusionado en un poco de agua caliente, para liberar su color y sabor, luego incorpóralo a las pastas.
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Finalización:
- Mezcla bien todo y deja cocinar durante 1 o 2 minutos más para que los sabores se impregnen bien.
- Sirve caliente y, si lo deseas, espolvorea con queso parmesano rallado.
Bebida para acompañar este plato:
Para acompañar esta delicada receta italiana, aquí tienes algunas sugerencias de bebidas:
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Vino blanco italiano: Un Frascati o un Pinot Grigio. Estos vinos ligeros y frescos complementarán perfectamente los sabores del plato sin dominarlos, aportando una acidez refrescante.
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Vino tinto ligero: Si prefieres un vino tinto, un Chianti ligero o un Pinot Noir serán excelentes opciones para acompañar los sabores salados del guanciale y la riqueza del azafrán.
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Agua con gas: Para una opción sin alcohol, una agua con gas bien fría, como una San Pellegrino, puede ofrecer un bonito contraste con la textura cremosa de la pasta y la riqueza de los ingredientes.
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Limoncello: Si buscas una opción más típica de Italia, un vaso de Limoncello bien frío podría aportar una nota de limón que refresca el paladar después de cada bocado.
Consejos adicionales:
- Puedes añadir hierbas frescas como albahaca o perejil para aportar más frescura al plato.
- El guanciale puede ser reemplazado por pancetta si no lo encuentras fácilmente, aunque el sabor será ligeramente diferente.
Conclusión:
Los Bucatini con fiori di zucca, guanciale e zafferano son un plato maravilloso que combina la riqueza de la pasta, la suavidad de las flores de calabacín y la profundidad del guanciale y el azafrán. Con notas frescas y ligeramente picantes, este plato es ideal para una comida primaveral o veraniega, y acompañado de un buen vino o una bebida refrescante, ofrece una experiencia culinaria auténtica e inolvidable. ¡Buon appetito!