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Ricotta frita a la romana sobre una cama de tomates frescos y albahaca
Ricotta Frita a la Romana sobre una Cama de Tomates Frescos y Albahaca
Origen e Historia
La ricotta frita a la romana es una variación de la ricotta, un queso fresco italiano originario de la región de Campania, aunque consumido en toda Italia. Este queso es conocido por su textura cremosa y ligera, y se utiliza con frecuencia en una variedad de platos, desde postres hasta platos salados. La fritura de la ricotta es una técnica popular en Italia, especialmente en las regiones del centro y sur, donde los quesos frescos suelen ser fritos para resaltar su dulzura y textura.
Este plato se inspira en la tradición italiana de empanar y freír quesos frescos. Es especialmente común durante los meses más cálidos, ya que resalta ingredientes simples pero de temporada, como los tomates maduros y la albahaca fresca. La versión "a la romana" hace referencia al método de empanado y fritura, que es una especialidad de la cocina romana, aunque la ricotta frita es popular en todo el país.
Tradición y Preparación
La fritura de la ricotta es una tradición especialmente arraigada en la cocina de la región de Roma, donde los quesos frescos se cocinan con frecuencia de esta manera. La ricotta, siendo un queso suave y cremoso, es una base ideal para esta técnica, que le da una corteza dorada y crujiente mientras conserva su interior fundido.
La cama de tomates frescos y albahaca no es solo una adición estética, sino también una forma de suavizar la riqueza de la ricotta frita al ofrecer frescura y acidez. Este plato a menudo se sirve como entrada, especialmente durante las comidas estivales, cuando los tomates están en temporada y los sabores están en su apogeo.
Receta: Ricotta Frita a la Romana sobre una Cama de Tomates Frescos y Albahaca
Ingredientes:
Para la ricotta frita:
- 500 g de ricotta fresca
- 2 huevos
- 1 taza de pan rallado
- 1/2 taza de harina
- Sal y pimienta negra molida, al gusto
- Aceite de oliva para freír
Para la cama de tomates frescos y albahaca:
- 4 tomates maduros, cortados en rodajas
- 1 ramo de albahaca fresca, picada groseramente
- 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- Sal y pimienta negra molida, al gusto
Instrucciones:
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Preparación de la ricotta frita:
- Escurre la ricotta en un colador fino durante unos 30 minutos para eliminar el exceso de humedad.
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Preparación de la cama de tomates:
- Mientras se escurre la ricotta, coloca las rodajas de tomate en un plato de servir.
- Espolvorea las rodajas de tomate con la albahaca fresca picada, luego sazona con sal y pimienta.
- Rocía todo con aceite de oliva extra virgen y reserva.
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Empanado de la ricotta:
- En tres tazones separados, coloca la harina, los huevos batidos y el pan rallado sazonado con sal y pimienta.
- Corta la ricotta escurrida en rodajas gruesas.
- Pasa cada rodaja de ricotta por la harina, luego por los huevos batidos y finalmente por el pan rallado, asegurándote de que estén bien cubiertas por ambos lados.
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Fritura de la ricotta:
- En una sartén, calienta suficiente aceite de oliva a fuego medio-alto para freír las rodajas de ricotta.
- Fría las rodajas hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados, aproximadamente 2-3 minutos por cada lado.
- Escurre las rodajas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
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Montaje del plato:
- Coloca las rodajas de ricotta frita sobre la cama de tomates frescos y albahaca.
- Sirve inmediatamente, acompañado de pan crujiente o pan tostado para mojar en los tomates y la ricotta fundente.
Consejos adicionales:
- Para un plato más refinado, puedes agregar un poco de vinagre balsámico sobre los tomates antes de servir.
- Este plato puede servirse como entrada o como plato principal ligero para un almuerzo fresco de verano.
Conclusión:
La ricotta frita a la romana sobre una cama de tomates frescos y albahaca es una combinación exquisita de texturas y sabores. El calor y la riqueza de la ricotta frita se complementan perfectamente con la frescura y acidez de los tomates y el aroma de la albahaca. Este plato, simple pero elegante, encarna el espíritu de la cocina italiana: ingredientes de calidad, preparados de manera sencilla y sabrosa.