Focaccia Romana revisitada con Aceitunas Negras y Feta
Focaccia Romana revisitada con Aceitunas Negras y Feta
Origen de la receta:
La focaccia tiene orígenes antiguos, que datan de la antigua Roma, donde era conocida como "panis focacius" (pan cocido sobre las brasas). Es un plato tradicional italiano, especialmente popular en la región de Liguria, pero ha sido adoptada en toda Italia y en el ámbito internacional.
Historia:
La focaccia era originalmente un pan simple que los romanos cocinaban en un horno de barro. Con el paso de los siglos, evolucionó para incluir una variedad de coberturas y condimentos, según las regiones. La focaccia con aceitunas y queso, como el feta, es un ejemplo de las numerosas variaciones que existen hoy en día. Esta versión destaca los sabores mediterráneos, con la adición del feta, un queso griego, y las aceitunas Kalamata, típicas de la cocina griega y del Mediterráneo. El albahaca también aporta un toque herbáceo y aromático a esta focaccia.
La Focaccia Romana revisitada con las coberturas añadidas será una deliciosa mezcla entre la tradición romana y la modernidad mediterránea. ¡Aquí te mostramos cómo adaptarla con los ingredientes adicionales!
Focaccia Romana revisitada (versión con aceitunas Kalamata, feta AOP y albahaca)
Ingredientes:
- 250 g de harina de trigo
- 180 ml de agua
- 1 a 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de sal
- 1 cucharada de miel (opcional)
- 1 cucharadita de levadura o masa madre (o fermento natural)
- Hierbas frescas o secas (romero, tomillo, orégano)
- 100 g de aceitunas Kalamata (deshuesadas y cortadas en rodajas)
- 100 g de feta AOP (desmenuzado)
- Algunas hojas de albahaca fresca (cortadas finamente)
Preparación:
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Preparar la masa:
- En un tazón grande, mezclar la harina y la sal. Si estás utilizando masa madre o fermento natural, añádelo ahora (o puedes usar levadura si prefieres una fermentación más rápida).
- Agregar el agua gradualmente mientras amasas para formar una masa suave. Deja reposar la masa durante 10 a 15 minutos para que se relaje.
- Añadir el aceite de oliva y continuar amasando durante unos 5 a 10 minutos, hasta que la masa quede lisa y elástica. Puedes agregar un poco más de agua si la masa está demasiado seca.
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Primer levado:
- Cubre la masa con un paño limpio y deja reposar en un lugar cálido durante 1 a 2 horas, o hasta que haya duplicado su volumen.
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Formar la focaccia:
- Precalienta tu horno a 200°C (o a temperatura media si usas un horno de leña).
- Una vez que la masa haya subido, desgasifícala amasando ligeramente y extiéndela sobre una bandeja de horno previamente enharinada. La masa debe estar extendida para formar un pan plano de aproximadamente 1 a 2 cm de grosor.
- Usa tus dedos para hacer huecos en la superficie de la masa (una característica típica de las focaccias modernas).
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Cobertura y horneado:
- Rocíe con aceite de oliva y espolvoree con hierbas (romero, tomillo, orégano, según tus preferencias). Añadir también una pizca de sal para realzar el sabor.
- Agrega las aceitunas Kalamata, el feta desmenuzado y el albahaca fresco sobre la masa.
- Hornea la focaccia en el horno precalentado durante 20 a 30 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y la masa bien cocida.
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Finalización:
- Una vez cocida, saca la focaccia del horno y deja enfriar un poco antes de cortarla y servirla.
- Tradicionalmente, este pan se servía como acompañamiento de comidas, con verduras, carnes o queso, y a veces se utilizaba para mojar en aceite de oliva o salsas.
- Sirve tu Focaccia Romana revisitada acompañada de ensaladas frescas o como aperitivo, con un toque de vinagre balsámico o un poco más de aceite de oliva para agregar sabor.
Notas:
- En la antigua Roma, este pan podía cocerse sobre brasas o en un horno de calor seco. Si tienes un horno de leña, esto podría agregar un toque aún más auténtico a tu receta.
- Aunque el Panis Focacius antiguo no tenga la misma textura o cobertura que la focaccia moderna, se basa en principios similares, utilizando aceite de oliva, sal y hierbas para realzar el sabor del pan plano.
Origen e Influencia:
Este tipo de pan era un alimento básico en el Imperio Romano, especialmente apreciado por su sencillez y su sabor mediterráneo. El Panis Focacius representaba la idea de la focaccia moderna en su forma más elemental, es decir, un pan plano preparado con ingredientes básicos accesibles en la época.
Esta versión revisitada con aceitunas Kalamata, feta AOP y albahaca le dará un toque sabroso y auténtico a un pan tradicional romano, al mismo tiempo que se mantiene fiel a las influencias mediterráneas modernas.
¡Buen provecho!